Ingredientes:
- 25 galleta tipo desayuno (vuestras preferidas)
- 100 g de mantequilla.
- 200 ml o 260 g. de leche condensada
- 1 sobre y medio de gelatina neutra Royal (15 g)
- 300 g queso cremoso tipo Philadelphia.
- 200 ml de nata para montar.
- 2 cucharadas de azúcar para montar la nata
- Agua caliente para la gelatina (1 vaso de unos 25 ml)
- 200 g de confitura de frambruesas o de vuestra mermelada preferida.
Preparación de la Base:
- Derretimos la
mantequilla (usamos el microondas, es más rápido). Con la picadora
trituramos las galletas (sino tuvierais, en un trapo de cocina echamos
las 25 galletas y las envolvemos para luego machacarlas con una cuchara o
algo pesado, no queda tan fino pero sirve igual) y añadimos por encima
la mantequilla derretida.
- Cogemos la mezcla de mantequilla y
galletas y la repartimos por la base de un molde desmontable grande.
Apretamos contra el fondo con la ayuda de una cuchara o con los dedos.
Introducimos en la nevera mientras hacemos la crema de queso.
Preparación de la crema de queso:
- En un bol introducimos
las dos tarrinas de crema de queso Philadelphia. Añadimos 1/2 bote de
leche condensada y mezclamos con la batidora.
- El paso más
complicado viene por el tema de la gelatina: Vaciamos el contenido de un
sobre de gelatina neutra Royal en un bol que esté seco. De 300 ml de
agua (1 vaso y medio) de agua fría, separamos una tacita y la añadimos a
la gelatina. Ponemos el resto del agua en un cazo al fuego hasta
ebullición (o al micro directamente 2 minutos). Retiramos y vertemos el
agua en el recipiente donde se había dejado la gelatina. Removemos hasta
su completa disolución y mezclamos con la crema de queso y leche.
Batimos ligeramente toda la mezcla para que quede homogénea y sin ningún
grumo.
- Montamos la nata. TRUCO: El frío. Al contrario que en el
merengue (que debe estar a temperatura ambiente) la nata debe
utilizarse fría. La nata, el azúcar y el recipiente deben estar recién
salidos de la nevera. Batimos el azúcar y la nata con las varillas hasta
que quede compacta. Os aseguro que con el truco del frío sale perfecto.
- Mezclamos
la nata montada con la mezcla del queso pero de manera suave.
Utilizamos mejor una espátula de madera o silicona para que no baje la
nata.
- Sacamos el recipiente con la base de galleta de la nevera y
echamos la crema de queso. Volvemos a introducir en la nevera unas 3-4
horas.
Y la cobertura a gusto del consumidor.
mmmmm tiene muy buena pinta! Podríais llevar a clase un poquito :P
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